Tu estrategia va mas allá tu precio y si lo quieren averiguar es muy fácil.
Tus clientes, al tener que preguntar, se exponen a un sentimiento de compromiso. Muchas veces para no sentirse incómodos prefieren no preguntar. También hay personas que les da pereza (y por ende, pierdes la venta).
Filtras de entrada a las personas que están dispuestas a pagar por tu producto y no pierdes tiempo respondiendo a la pregunta de "¿Cuánto cuesta?" a personas que quizás no lo están.
En el tiempo que te tomas en responder el precio, tu cliente encontró 5 cuentas más de tu competencia donde ya le dieron la información que necesitaba.
Escrito por: Bea González Founding Growth and Entrepreneur Success Manager
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